Mucha gente, como yo, son culpados sin motivo de tirarse ventosidades u otras flatuléncias con alevosia y mala leche. Conseqüencia de estas acusaciones, quedan en fase de depresión importante.
Pues bien, he montado una asesoría jurídica para demostrar la inocéncia de estas pobres personas.
Imaginación para los negocios mucha, pero para los nombres voy más cortico.
He utilizado mi nombre y lo he fusionado con ventosa. Ahí te va.
Hasta pedotronto.