Estoy fumando un piti abajo de mi curro mientras hablo por teléfono.
De repente aparece una señora francesa aparentemente de unos 40 tacos, y me dice:
-Pegdone segnior, me podgria invitag a un cigaguito de liar, es que se me acaba de terminarg.
El bueno de Albert le dice: Claro señora, tenga mi tabaco y coja el que necesite.
Señoguita fansesa: Oh lalá! Muchas grasias!
Yo mientras, sigo hablando por teléfono sin darme cuenta que la tía está metiendo todo mi tabaco en su paquete vacio.
Señoguita fansesa: Tenga, señog. muchas grasiaggs.
Albert: Venga, hasta luego!
Cuando termino de hablar por teléfono, cojo el paquete para hacerme un piti y la señora acababa de violar mi paquete de tal manera que me ha dejado: NADA! Ni filtros, ni tabaco! Me ha devuelto mi paquete vacio..
Se confirma definitivamente: Soy una patata Pringuel.
no es que seas un pringuel es que la señora era tan perra que se ríe con el rabo!
ResponEliminaQué bella inocencia, Albert! Si es que la sociedad es la culpable, razón por la que los albañiles llevan zapatillas blancas.
ResponEliminaYo también he llegado a quedarme sin tabaco de modos parecidos.