Silla abrazable

Esta es la historia de una sillita que fue encontrada por la calle. Los anteriores dueños la abandonaron a su suerte, y quedo triste y desamparada al pie de un contenedor.
Esa misma semana fue encontrada por un amigo, convirtiéndola así en el primer mueble de su nuevo piso. Y al sentirse útil volvió a sonreír.
Por desgracia, la llegada de nuevas sillas la fueron apartando del cálido hogar, dejándola en la terraza, sufriendo los calores y fríos de las diferentes estaciones.

En la actualidad es un trozo de madera pidiendo una ultima sentada, si os fijáis en esa manera de romperse... nos está pidiendo un ultimo abrazo.



Me dio tanta pena que la arreglé y la pusé guapa para una ultima foto, en casa no la olvidaran, pues fue la primera de todas en llenar de vida un hogar.



Besicos